domingo, 21 de octubre de 2012

Amores necesarios

Necesito a mi mamá
Necesito la voz silenciosa, la mano tibia, el perfume en el pelo, los besos que calman el llanto, el abrazo antes de dormir, el olor a comida, la ropa limpia. Todas esas cosas es mi mamá.
Leí por ahí que el paso del tiempo modifica nuestra percepción de los recuerdos; es cierto, porque los recuerdos de mi infancia y la relación con mi ella me son confusos, pero sin dudas mi infancia —como tal— no hubiera sido posible sin ella.
Quisiera que nuestra relación sea mejor, que pudiésemos hablar más (o mejor). Soy muy cerrada,  pero cuando me siento mal "necesito a mi mamá" es la primera frase que sale de mi boca; las discusiones, las diferencias y mi rebeldía mezclado con el orgullo hacen que no pueda decirte cuanto te amo.

Sos mi maestra: me enseñaste a caminar, a tener paciencia, a levantarme. Y también a ser mamá. Me superé, te superaste y a veces, nos superó la situación. Sin embargo, acá estas, fuerte y sana… y te miro (y me mirás) ya sin miedo a despedidas, con otra batalla  ganada y sabiendo que fue por nosotros.

Es cierto, no recuerdo cómo eras conmigo de niña, pero la vida me da la posibilidad de verte con mi hijo y ahí, en algún lado, siento que las caricias que le das, me pertenecen un poco.
Multifunción dividida en cinco que está siempre para todos.
Protagonista del «detrás de escena» de nuestra vida, cuidándonos para no caer y lista para consolarnos.

Gracias mamá. Vení, abrazame, cocinemos juntas, tomemos mates y prestemos atención porque esto es lo que somos y lo que sentimos. 
Armemos nuestros recuerdos.